Sala de Reacción

jueves, agosto 24, 2006

Caín y Abel

Vamos a jugar a las suposiciones. Hagamos de cuenta que estamos en el Paraíso y que la serpiente mata a Adán. Entonces, Caín y Abel, para vengar la muerte de su padre, se unen para exterminar a la serpiente. Pero en su lucha por cazar al reptil, los hermanos descubren que comercializar el fruto prohibido, ése que alguna vez sus padres comieron, pero que en este juego de suposiciones no cuenta, es un negocio redondo.

Entonces, el único objetivo en las vidas de Caín y Abel ya no es ver a la culebra sin vida sino también hacer grandes cantidades de dinero con el tráfico del fruto prohibido.

Y en esas están Caín y Abel, montando cultivos del fruto prohibido y sacando avionetas cargadas de éste, cuando otro de sus socios en los dos negocios, su hermano Set (ése que sólo conocen los crucigramistas), desaparece.

De este modo, el objetivo inicial, exterminar a la serpiente, vuelve a ser prioridad para los hijos de Adán. Y la persiguen y la hieren de muerte, pero ésta es invencible. Hasta que Abel, "aburrido" de tanta violencia y crueldad, decide negociar con Dios.

Caín, temiendo que su hermano "arrepentido" pueda contar a Dios todo lo sucedido, decide matar a Abel.

Ésta es la historia de los hermanos Castaño quienes en 1982 crearon las Autodefensas para combatir a la guerrilla que había matado a su padre. Fidel despareció en 1994 y Carlos en 2004.

La Fiscalía acaba de sindicar a Vicente, el tercer Castaño, de haber ordenado el asesinato de su hermano Carlos para evitar que éste lo delatara por narcotráfico ante los Estados Unidos.

Sólo falta entonces, para que todo concuerde con la historia del Génesis, que la Fiscalía encuentre el arma con la que se cometió el fratricidio: una carraca de burro.

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A PRÓPOSITO...

La Iglesia está como Millonarios. Acaba de perder su segundo partido en línea luego de que el Fiscal, el Procurador y hasta la misma Corte Constitucional intervinieran para que el Hospital Simón Bolívar realice el primer aborto legal en Colombia a una niña de 11 años que quedó embarazada tras la violación de un familiar. La diferencia es que el onceno azul sí puede parar su racha de derrotas con la llegada del nuevo técnico, el ex asistente técnico del Manchester City, Juan Carlos Osorio.

martes, agosto 22, 2006

Libertad de expresión: 1, Iglesia: 0

La eterna disputa entre Iglesia y medios de comunicación cerró hoy otro capítulo. El juez 32 penal del circuito declaró que el director de la revista SoHo, el autor del artículo y los protagonistas de las fotos son inocentes de los delitos de agravio a símbolos religiosos, injuria y calumnia, instaurados por el brazo no armado de la Iglesia Católica, Laicos por Colombia tras la publicación, en la edición de julio de 2005 de dicha revista, de un artículo y unas fotos en las que La Última Cena de Da Vinci es representado por una mujer desnuda en el papel de Jesús, y sus 12 apóstoles interperetados por personajes públicos.

Algunos se preguntarán ¿semejante "bororó" por unas fotos? Pues sí. Armaron un mierdero de la madonna. ¿Y qué argüían los querellantes? ¿qué sus iconos religiosos eran ridiculizados? Si es así, que corran a encerrarse en su parroquia y no salgan hasta que el Mesías venga a salvarlos. Si armaron esa polémica por las fotos, qué pensarán de Madonna con corona de espinas en sus conciertos o del Código Da Vinci o de La Mala Educación o de La Última Tentación de Cristo o de Jesucristo Superestrella...

Esa mojigatería de nuestra sociedad es la que nos tiene jodidos. Seguramente no fue la interpretación de La Última Cena (que no es un icono religioso sino un cuadro de la Edad Media) lo que les ofendió sino el hecho de que una mujer buenísima saliera mostrando las tetas. Y respecto a este tema, mi posición es la misma que en la despenalización del aborto y los métodos anticonceptivos: hermano laico, si te afectan las fotos de SoHo, si el aborto te parece un asesinato y usar condón, un pecado pues no compres ni mires la revista, no abortes y no te protejas cuando tires: tu religión condena todo esto; algo completamente respetable. Pero ten cuidado, impedir que el resto de la población se prive de ellas es igual de intolerante que obligarte a ti a hacerlo.

Se anota un gol la libertad de expresión y le toca a los pobres curitas arremangarse la sotana para ir con sus feligreses hasta el fondo de la red a sacar el balón. Y al paso que van les tocará buscar un prelado con buen lobby porque la goleada es inminente. Sus intereses están dejando de ser una imposición a la parte de la sociedad que no los comparte.

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A PROPÓSITO...

... ¿Por qué en nuestro país se democratizan las pérdidas y se privatizan las ganancias? Espere un próximo post.

miércoles, agosto 09, 2006

¿Y ahora, quién podrá cuidarme?

Lo que son los estereotipos. Cuántas noemís y maríaemmas no habrán soñado con ser Withney y tener su propio Kevin, alto, apuesto, educado, decente, de buenas maneras y, sobre todo, dispuesto a entregar su vida por ellas. Pero la realidad es otra. A falta de un guardián de sueños, los individuos medianamente importantes en nuestro país cuentan con todo un escuadrón de gorilas que no sólo cuida de sus sueños sino que sabe hasta de sus meadas. No me imagino, y tampoco quiero saber, qué se siente andar por las calles con una tropa de malencarados que, contrario al clásico hollywoodense, The Bodyguard, no entregan su vida por custodiar la de su protegido sino que lo hacen poniendo en riesgo la del resto de ciudadanos.

Es claro que, como diría mi mamá, el palo no está para cucharas. La coyuntura actual obliga a andar prevenido. Y si eso es uno, ciudadano común y silvestre, imagínese cómo debe ser para congresistas, presidentes de multinacional, ministros, periodistas y demás. Gente que ha sido objeto de amenazas y, en algunos casos, lamentablemente, de atentados contra su vida.

Pero una cosa es no dar papaya y otra muy distinta hacer el show que estos “honorables” montan desde el mismo instante en que cruzan la puerta de su casa. Al lado de este espectáculo, cualquier montaje para el Festival Iberoamericano de Teatro parecería una obra de colegio. Para confirmarlo, pásese por la zona T a medio día. Ríos de escoltas en Burbujas que, no contentos con apropiarse de un carril de una calle tan estrecha como transitada, dejan las puertas abiertas y se roban medio carril más ¡y con un letrero en sus narices de Prohibido Parquear!

¿Para qué tanta parafernalia? ¿Por qué cerrar la calle 93B, desde el Salto del Ángel hasta Cinemanía, cuando el presidente Uribe está en el edificio de Semana? ¿No creen que el que se lo quiera bajar, se apea (por no repetir bajar) de su carro en Wok y lleva a cabo su plan desde la puerta de Mercedes Salazar o, incluso, enfrente a las instalaciones de la revista, justo en donde yo mismo me paré para preguntarle a uno de los escoltas quién estaba adentro? (y gracias al escolta me enteré de la presencia del Primer Mandatario ¡qué buen operativo de seguridad!).

Parece que esa escoltitis no fuera otra cosa que una forma de sentirse más que el resto de los mortales. No entiendo la necesidad, cuando se visita a un ex fiscal, de ubicar a un guardaespaldas cada veinte metros en toda la manzana del edificio, cuando éste mismo, blanco fijo para las víctimas de sus acusaciones, anda en un carro blindado y con chofer únicamente. Tampoco sé qué tipo de placer sienten los hijos de estos personajes públicos cuando ven a sus novias entrando al baño de un bar en compañía de cuatro camajanes: uno en el lavamanos, otro en el secador, uno más en la puerta y dos esperando afuera (si esos son los visibles, calcule todos los infiltrados que debe haber).

Si algo es seguro es que quienes tienen escoltas disfrutan siendo los protagonistas principales de su payasada. Les priva ser el centro de miradas y cuchicheos “vea, esos de ahí afuera, con radioteléfono, son los escoltas del gobernador Equis que está sentado en la mesa del fondo con la ex reina”.

¿Y quién es el que corre riesgo? Usted. Yo. Cualquiera que, por cosas del destino, le dio por tomar la Autopista Norte y, por esquivar la caravana de un edil que por ahí pasaba, se “encuneta” o se “picotea” con el carro de la anciana que venía a cero por el carril de la izquierda. Seguramente es más peligroso almorzar en la mesa de al lado del director de un partido de la coalición, que hacerlo en un comedor comunitario en Ciudad Bolívar. El riesgo de ser agredido física, verbal o sicológicamente por escoltas está a la vuelta de la esquina.

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A PROPÓSITO...

...Que se pasen rápido estos cuatro años (no sólo para ver otro mundial).

sábado, agosto 05, 2006

Un poco de nada

No se puede uno ir de vacaciones porque al regreso la sobredosis de hechos, noticias y acontecimientos es interminable. En la casa, en la ciudad, en el país, en el mundo.

Dos semanas por fuera de Bogotá (porque ni siquiera salí del país) y al regreso me encuentro con mi hermano que estaba en Francia pero que ya volvió con regalos, fotos y más historias que canjeó por medio diente en los Campos Eliseos durante la celebración por el paso de la selección francesa a la final de Alemania 2006.

Dos semanas descansando y resulta que durante mi ausencia una de nuestras ex-divas vuelve para cobrar un par de minuticos (y de dolaritos) que le debían de los 15 que todos tenemos de fama. Salió a ventilar, con un aire más de matrona que de moza de traqueto, algunos movimientos de esos hilos invisibles que todos conocemos pero que no podemos ver. Jugadas de ajedrecista de las que seguramente se enteró, con la complicidad de la gente "decente" de nuestra sociedad, en la cama de agua de una hacienda estrambótica en el Magdalena medio.

Medio mes por fuera en el que a los "pobres" judíos les dio ahora por bombardear y acabar con el Líbano. Pero cómo no lo van a hacer, si esos musulmanes terroristas tuvieron el atrevimiento de secuestrarles dos soldados; que vayan y acaben con Hezbollah y si en el camino se les cruzan civiles, pues de malas, quién les manda ser cómplices de esos chiítas.

Fueron sólo catorce días por fuera en los que parece que pasó de todo pero en realidad no fui así porque aquí seguimos tan campantes, como si nada.

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A PROPÓSITO...

...Raúl, compañero, en nombre de la revolución ¿cuándo te vas a manifestar?