Sala de Reacción

lunes, diciembre 18, 2006

La primera impresión es la que cuenta

Mi curso de guiones se divide en dos módulos: Estructura y Escritura. Pedro, el profesor de Escritura, como buen argentino es exagerado: Todas las clases nos pone un ejercicio y debemos llevarle dos copias ¡dos copias! Y como mis ejercicios son taaaaan largos y cada vez que imprimo encuentro un error, ya me da vergüenza ir a donde mi tía -¿les conté que acá en Madrid vive María Clara, una hermana de mi mamá, con su esposo y sus dos hijas?- a gorrear impresora, así que una noche, antes de dormirnos, María -¿les conté que vivo con María, mi novia, y que el miércoles fue nuestro cuarto aniversario?- me dio un plan B: me dijo que a la vuelta de nuestro “piso” había un café Internet, que imprimiera allá.

Pues al otro día me levanté y me fui con mi guión.doc de 14 páginas al “cyber” de al lado, a imprimir las 28 páginas -¿se acuerdan que me toca llevar dos copias?- Acá me pasa que algunas cosas me parecen baratísimas (chaquetas de 35€), otras me parecen un atraco a mano armada (gaseosas de 1,35€) y otras, simplemente las pago, sin pensarlo dos veces. Pues ese día en el cyber, mi mente clasificó los 0,30€ que costaba imprimir cada hoja, en el tercer grupo ¡hasta que empezaron a imprimirlo y me di cuenta de que estaba pagando $900 pesos colombianos por la impresión en blanco y negro de una hoja DIN A4 (el tamaño estándar en España no es carta, es DIN A4)! Casi me voy de bruces cuando la dependienta me dice “pues ocho con cuarenta”. No había nada qué hacer, pagué los 8,40€ y salí puteando y rezando para que Pedro no fuera a garabatear una por una las 14 hojas del guión más caro de la historia (ojalá fuera por lo valioso pero no, fue por el precio de la impresión).

Como María trabaja todo el día, yo tengo que inventarme planes todos los días. Esa noche, antes de dormirnos, le conté mi plan del día siguiente: abrir una licitación para escoger papelería, así como hacen los anunciantes cuando necesitan agencia de publicidad.


Empecé por la papelería que queda diagonal a mi casa, la del mexicano, la hoja vale 0,20€; dos cuadras más abajo, en la que la dependienta es exacta a la mamá de un amigo mío que es herrero –¿les conté que tengo un amigo que vive de poner herraduras?- la hoja vale 0,42€; más arribita, donde el barbudo antipático (español), una hoja vale 0,10€; en el centro de fotocopiado e impresión que queda de camino a mi clase, vale 0,58€… Y así como en Colombia las licitaciones se las gana la agencia que cobre menos fee, pues yo hice igual: le adjudiqué mi cuenta de impresión de guiones a la papelería del barbudo antipático y ya empezamos a trabajar: fui a imprimir la tarea que nos puso Pedro esta semana (escribir el guión de una escena de sexo de una película que existiera. Escogí una de Breaking the waves, de Lars Von Trier) y nos fue muy bien, eran sólo tres páginas, un proyecto cortico para medirle el aceite al barbudo. Además, descubrí que sale más barato imprimir solamente una copia y fotocopiarla. No se lo consulté a María y tampoco hice licitación, le entregué la división de fotocopiado de guiones a la papelería que ya atiende la división de impresión de guiones. Tal vez salga más barato fotocopiar en otro lado pero es mejor tener todo el centralizado en un mismo proveedor.

A PROPÓSITO…

...Me dijeron que lo barato sale caro. Menos mal hice caso y no me vine en Air Madrid sino en Iberia. Puedo dormir tranquilo. Mi pasaje de regreso está asegurado.